Comentario del Dr. Alexander Mirtchev en The Economist

En respuesta al debate de The Economist tras el discurso del presidente de la Reserva Federal, Bernanke, en la reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole (Wyoming), Mirtchev señala que los gobiernos de todo el mundo, incluida la Reserva Federal de EE.UU., deberían analizar detenidamente el impacto inflacionista de las respuestas políticas del momento, es decir, el QE3. La mayoría de las medidas que se están considerando actualmente parecen ser de carácter provisional, en lugar de encarnar el conjunto necesario de reconsideraciones radicales destinadas a abordar las debilidades estructurales que están poniendo en peligro la economía mundial.


Comentario del Dr. Alexander Mirtchev en The Economist

R.A., en relación con el discurso de Bernanke en Jackson Hole, su columna señala que "el tono sobre la política monetaria le pareció confuso y tímido". La expectación se centra ahora en lo que dirá el presidente Obama la próxima semana y en lo que hará (o no hará) la Fed en su próxima reunión. La incertidumbre vuelve a prevalecer.

Sin que suene trillado, en una situación como ésta necesitamos, como dice el viejo adagio, "economistas con una sola mano". Tras la crisis financiera y económica mundial, los gobiernos pretenden reactivar el crecimiento apoyando el consumo, estimulando la economía y fomentando las exportaciones. Para ello necesitan mantener sus monedas relativamente débiles. En EE.UU. (y en Europa) el debilitamiento de la moneda adopta la forma de "flexibilización cuantitativa". A pesar de que las estadísticas recientes muestran un cierto respiro en las presiones inflacionistas mundiales, los gobiernos de todo el mundo, incluida la Reserva Federal de EE.UU., deberían estar cada vez más preocupados por el impacto inflacionista de sus respuestas políticas -es decir, la QE3- ante la debilitada recuperación económica. Además, las acciones que actualmente consideran los gobiernos y los bancos centrales son más bien el "enfoque del economista a dos manos". En lugar de construir un puente sobre el río, acaban construyendo un puente junto al río. En esencia, las medidas son de carácter provisional, y lo que se necesita es un conjunto de acciones radicales para abordar las debilidades estructurales que están poniendo en peligro la economía mundial.

Mientras la Reserva Federal de EE.UU. sigue reflexionando sobre el QE3, debería tener en cuenta que la inflación es un factor de seguridad económica mundial que tiene la capacidad innata de echar por tierra los planes cuidadosamente establecidos y alterar aún más el equilibrio. Preocupantemente, ninguna de las respuestas que han surgido hasta ahora parece capaz de abordar el riesgo de seguridad económica que supone la creación de presiones inflacionistas en un periodo de estancamiento del crecimiento. Abordar estas cuestiones requeriría inevitablemente cambios estructurales en las economías desarrolladas que no se limiten a rascar la superficie, sino que aborden la sostenibilidad integral del modelo económico global que prevalece en la actualidad.

Deja un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.